¡Qué intensidad!

Hola ;-)

termina el día y puedo decir otra vez que estoy baldao tras un día donde me he sentido muy a gusto. Ha sido un día que ha tenido diferentes ingredientes.

Por la mañana he ido a la escuela solo, con el autobús 111, que me enseño Jose María. Al final he sabido en qué parada bajarme y he ido contento a la escuela. En el curso de formación he disfrutado exponiendo los deberes y como buen empollón he participado aportando ideas y buenas sugerencias. Me siento seguro y los jefes confían mucho en mí, me lo han hecho saber esta tarde ;-)

Por la tarde he estado preparando los deberes de mañana, en medio de un gran bullicio; mis compañeros tenían clase y estaban terminando de preparar sus clases, los alumnos llegaban, los jefes estaban arriba y abajo también con mucho trabajo. A pesar de eso hay muy buen rollo... todo el mundo se saluda y hacemos broma todo el tiempo. Somos una pequeña colonia de españolitos y españolitas, también compañeros y compañeras de Colombia y Chile, en medio de un país que nos aprecia y que tras salir de trabajar tiene ganas de aprender nuestro idioma y nuestra cultura. Me quito el sombrero.

Me he despedido de los compañeros, eran casi las ocho de la noche y he ido a coger el autobus de vuelta a casa. He ido hasta la parada que me dijo Jose María ayer y he subido al bus. Sin fijarme mucho en las paradas he estado pensando en varias cosas... hasta que he empezado a fijarme en las paradas no vaya a ser que... pues sí jeje... ha terminado siendo que me he equivocado de dirección y en lugar de ir hacia el oeste he ido hacia el este jeje... y lento en darme cuenta el autobús había recorrido ya cuatro estaciones. Aquí hay más distancia entre las estaciones, bastante más.

Me he dicho... pues qué le vamos a hacer... aprovecharé para conocer un poco Varsovia, y digo pues saco el mapa y andaré hasta a casa a pie. Menuda barbaridad! La verdad es que guiarse en un mapa es mucho más fácil que guiarse en una ciudad, y que una cosa son las escalas de los mapas y la otra la escala de la realidad. Tras andar un buen rato, he tenido una dudilla y un poco cansado de ir buscando las calles del mapa, le he preguntado a una mujer mayor. Ha sido un acierto porque muy generosamente me ha acompañado un buen trozo hasta mi calle (Aleja Pawna II, el nombre del Papa Juan Pablo II), pero la mujer no paraba de hablarme, casi a veces gritándome, tenía un aire de vagabunda aunque llevaba móvil. Íbamos andando por la calle y varios grupos de chicos nos han mirado de forma extraña, como si no les encajara lo que estaban viendo jaja...

Suerte que esta tarde, en el break para tomar un café, Jose María y otra profe, Marta, de Valencia, me han estado apuntando en una hoja expresiones básicas en polaco, expresiones como "Vivo en la calle X", "Soy profesor de español".

La vida a veces te unos guiños...

Bona nit ;-)